Es casi imposible equivocarse con las baldosas de piedra caliza. Es la alternativa perfecta a los suelos de madera, que suelen ser mucho más caros. Estas baldosas aguantan bien el paso del tiempo, sobre todo en las zonas de la casa con mucho tránsito de personas.
Tiene un tacto y un aspecto sutiles. Las casas de campo y las fincas francesas las utilizaron durante siglos. Por ejemplo, la Magny es una variedad francesa muy conocida. Esta piedra tiene tonos beige y cálidos con matices de marrón. Otra muy popular es la caliza Finike de Turquía, así como la Moleanos de Portugal.
Las baldosas de piedra caliza proceden de Francia, Italia, Turquía y Estados Unidos. Tradicionalmente, se utilizaba como material de construcción grueso. Sin embargo, las técnicas de corte modernas han permitido obtener baldosas finas.
El acabado más práctico para este tipo de material es el apomazado o cepillado y cincelado. Las baldosas de piedra cal iza apomazada son las preferidas por propietarios y constructores, sobre todo para suelos de centros comerciales, cafeterías o restaurantes con mucho tránsito de personas. Este tipo de baldosa puede adoptar formas complejas, por lo que mucha gente elige suelos de piedra caliza para habitaciones con formas irregulares o con muchos armarios. La piedra caliza en tonos tierra crea un ambiente tranquilo, por lo que es perfecta para cocinas y baños. Las baldosas de tonos grises son frescas y elegantes, y suelen ser las preferidas por los propietarios con gustos modernos.
